Jueves -> KULORBAR

26 05 2011

2 meses después, en casa se respira ambiente de Kulor. Será la discoteca más degradante y con más gentuza de todo el país,  pero no hay Erasmus en Dinamarca sin ella. Antes de la acampada en Copenhague era el lugar que más españoles concentraba y seguramente a muchos les veré encima de la tarima cambiando política por baile. A ritmo de cacho a cacho, el ambiente se caldea en el piso mientras vamos preparando los cocktailes de vodka y ron (ventajas de que vengan visitas desde España) para mitigar el sabor de esa cosa que en el Kulorbar llaman cerveza.

Si el lunes fue un pub irlandés, el martes unas cervezas en el South African bar, ayer miercoles tenía pensado tomarlo como descanso para coger fuerzas. Un espejismo. Venia de la biblio a las 21:00 con mi mochila y el portatil cuando Guille salió apresurado y me agarró del brazo para hacerme entrar en el Floss. El Floss, ese bareto que está a la vuelta de la esquina, se convirtió con unas cervezas de por medio en un meeting político en el que 4 amigos charlaban, reian y discutian sobre la situación actual en Valencia y Madrid. Debate constructivo. Como constructivas fueron las consecuencias del alcohol que hizo que acabase cantando a pleno pulmón desde la calle a una Sara incrédula en la ventana, cuan Romeo lucha por su Julieta. ¿La cena? A la 1:00 y a dormir.

Sigue la fiesta, sigue el Erasmus. Veremos como despertamos mañana.





El Sol nunca dejará de brillar

19 05 2011

Quizás hemos cambiado. Seguramente no seamos los mismos. El tiempo hace mella en nuestra personalidad. Se tiene otro enfoque de la vida. Se observa otra perspectiva. el cuerpo pide cosas diferentes. Cuanto más conozco a los daneses, más me doy cuenta de los diferentes gustos que tenemos. 5 meses viviendo en Studiestraede y nunca nos habíamos parado a ir a los locales que están 3 números más allá. Cafés, pubs, incluso discoteca. En este sprint final en el que parece que la simpatía danesa sale a flote tras hibernar durante 6 frios meses, estoy empezando a conocer esos lugares en los cuales los daneses están cofinados. Puede ser porque ya no buscamos esas macrofiestas de Erasmus internacionales o porque no hemos acostumbrado a sus gustos o simplemente porque d etodo se cansa uno y busca nuevas cosas.

El Log Lady está en el nº27 de Studiestraede, si me asomo a la ventana lo veo. Un agradable local para sentarse y tomar un café con tu ordenador o unas birras con tus amigos. En sillas o en sillones. Con la música a medio volumen. ¿Qué nombre se le podría dar? En eSpaña eso no existe. O vas a una cafetria o a un pub o la disco peor no a ese tipo de remix que hacen. Anyway (mola más que en la forma en castellano), fue el sitio elegido por los 2 daneses para hacer la entrevista para el project. Me invitaron a su cerveza favorita la «Blue Beer» que no deja de ser cerveza normal pero que al menos se aleja de la típica Tuborg. Cuando cerraron a las 22:00, cosas que pasan en este país, nos metimos en el pub de al lado. Así, como quien no quiere la cosa, de día todavía. Luego llegó el siempre recurrido e interesante iIntercambio de impresiones culturales (piropos a las chicas, darse 2 besos con gente desconocida) que a ellos les parecia gracioso y a la vez extraño; o profundamente inimaginables (50% paro juvenil, sueldos-basura). La aportación a la cultura danesa del día fue su inclinación para quedar con los amigos en sus casa para comer. No son de salir a un restaurante, claro, no viven con sus padres hasta los 30.

Tras un intenso día de project work, al menos sale el SOL. Bonita palabra, por cierto





Martes noche, empieza el finde

11 05 2011

Asumiendo la idea de que nos queda poco Erasmus por delante (no quiero pensar cuantos findes) y que no es tiempo de idear planes de futuro en Copenhague sino ir cumpliendo esas asignaturas pendientes que se acumulan después de 8 meses; yo he decidido echar el resto, poner toda la carne en el asador. Se acabaron los fin de semanas de 3 noches, a partir de ahora emepzarán los martes. Y ayer empezamos a calentar motores para lo que se avecina. Era la despedida de sinceramente no se quién pero sirvió de escusa para ir a tomar unas cervezas a lo que en Madrid se llama garito, en el norte pub pero que yo lo denomino antro. De los pocos antros que te encuentras en Dinamarca. Bueno pues uno se está justo a la vuelta de la esquina. Literal. Lo bueno del Floss es que 2 cervezas son 25DKK, lo malo es que se permite fumar y en la planta de abajo eso supone sumergirse en una burbuja grafitiada decorada con sillones y varios futbolines, no apta para asmáticos. No hace falta que fumes para que tus pulmones se inunden de nicotina. Pero es barato.

Aunque si hubiese sabido lo que me esperaba después habría preferido la burbuja nicotinera antes que pasar ese calor axfisiante del LA Bar. Discoteca que cada martes monta una international party pero que le falla algo clave en la cultura hispana: el aire acondicionado. Bailé y salté un poco pero acabé más sudado que Camacho en el Mundial. El LA Bar es de esas discotecas que te ponen música de todas épocas y gustos, algunas bailables, otras tediosas, otras desconocidas. Como es costumbre en este divino país, en la entrada las 20DKK por el ropero has de pagar. Con la buena noche que hacia yo fui tan estúpido de salir con una cazadora fina pero a fin de cuentas, cazadora. Y con -2 grados yendo al Kulorbar sin chaqueta…

¡¡A disfrutar!!

PD: Hacia tiempo que no escribia una entrada monotemática sobre una noche de fiesta





Pub danés, restaurante español

27 04 2011

Para los amantes del bipartidismo futbolero el 27 de abril está señalado en rojo como la ida de la Champions League. Aunque ambos me inspiren rechazo siempre es buena una escusa para echarnos unas cervecitas en el bar. La calle puede parecer imposible de pronunciar, Ahlefeldtsgade, y en el fondo lo es; no obstante, el pub merece la pena. Cerca de Norreport, enfrente del romántico parque de Ørstedsparken. Si no sabes llegar o andas despitados probablemente te lo pases ya que está situado en un sotano y no hay ni un cartel que te lo indique. Decorado con arcos, posters y futbolines, no hay un sitio en toda Dinamarca (si, toda Dinamarca) donde encontrar la cerveza más barata. Tuborg=10DKK. Que al entrar solo encuentres a gente rubia confirma la teoria de que los daneses esconden los buenos sitios para su único disfrute. ¡¡Egoistas!! Cada miercoles hay campeonato de futbolines de inscripción gratuita en el pub pero visto lo frikis que son los daneses con eso, mejor es no retarles.

Muy cerquita de aquí, en la calle paralela, existe un restaurante español de cuyo nombre no quiero acordarme. Bizkaia, Tapas bar, El Mesón, Barcelona, Nena´s son algunos de los nombres de otros restaurantes españoles cercanos a nuestra casa. Sorprende que haya bastantes sitios con comida española en tan reducida area (10 min a pie) pero no, no fuimos a ninguno de esos. Karen sabía que un vecino de su pueblo natal de cataluña tenía un restaurante, lo que no sabía era con quien se iba a encontrar. Primero fueron Victor y Karen para saludarle y a la noche siguiente fuimos el resto para cenar. Henrik, para darle un toque danés al personajillo, es un tipo peculiar. Era un hombre muy de la tierra, de esos que ya teniamos olvidados al vivir en Dinamarca. En ocasiones, más pesado que un cochinillo en brazos. Aún a sabiendas de que estaba pirao Karen y Victor nos llevaron al lugar. Croquetas, gambas al ajillo, pa amb tomaquet, calamares, sangría, aceitunas… hicieron las delicias de nuestro paladar. Aún así tuvimos que salir huyendo porque el hombre se empeñaba en mantenernos allí. Menos mal que Henrik vendió el negocio y esa era su penúltima noche. De todos modos, por una noche oler, escuchar y saborear España no está nada mal. Pero verla, ¡¡ni en pintura!! =)





Un día verde (no, nay, never)

18 03 2011

Anoche nevó. 90 minutos sirvieron para cubrir la capital en un gran manto blanco. Si todos pensábamos que se habían acabado las grandes nevadas, anoche descubrimos que la primavera danesa no llega hasta finales de abril. Con nieve o sin ella, ya nada nos impide salir a la calle con una simple sudadera y debajo manga corta. Era St Patrick Day y el pub Dubliners se vistió para la ocasión. Entrada gratis, cervezas 8 euros. Ahora entenderán porque somos capaces de ir sin abrigo al Seven Eleven a comprar cervezas aunque haga bajo cero. Exactamente 3 litros y medio de ese liquido amargo entraron en mi cuerpo (para calentarlo del frío básicamente) pero por el ambiente del pub supongo que no fuí el más borracho.

Eres danés cuando comes a las 12:30, sales de fiesta a las 19:00 y vas borracho a las 22:00. Algo así sucedió ayer. Con las mesas sirviendo de plataformas improvisadas, con música irlandesa en directo y con gente de todas las edades vestidas de verde, así se presentó lo que en España se llama «tarde» pero aquí lo conocen como «noche». Gorros, banderas, trajes o gafas, todo servía para dar un toque irlandés. Afortunadamente encontré un gorro con forma de Guiness para compensar que no me pinté la cara. El taconeo en las mesas dió paso a bailar dando vueltas y terminó cantando el himno irlandés mano en el pecho. San Patricio no defraudó.

El momento de la noche fue ir caminando por Stroget y al ritmo de violín sonaba el Bolero de Ravel mientras la nieve caía lentamente del cielo. El hombre con sombrero, capa y paraguas completó la estampa de película. Y ya saben lo que suele aparecer a continuación:

FIN






Un día irlandés

17 03 2011

Todo el día lloviendo y con frio, si hoy es San Patricio, el Día Nacional de Irlanda. Y ya que Dinamarca se ha propuesto a celebrarlo, nosotros no nos íbamos a quedar atrás. Por las calles muchos jóvenes íban atados a la pierna, ataviados con elementos propios irlandeses y con un mapa como instrumento. ¿el objetivo? Llegar a un pub irlandés donde podías tomar una cerveza. antes habías tenido que pagar 50DKK para participar en esta especie de concurso. Aunque el día no acompañaba, más de uno iba pasado de cervezas. Como nota informativa, hay que decir que esto empezaba a las 14:00. Para los que no son tan madrugadores, a las 19:00 en el Dubliners se organiza una fiesta irish-danish.

Mientras, el día transcurrió con la reunión del grupo del project en Norreport. El profesor vino hasta la capital para ayudarnos a enfocar el trabajo y darnos varios consejos. El meeting fue en la nueva biblioteca de Norreport que ya está incluida en mi sección de «grandes maravillas danesas». La verdad es que la quedada de después ha estado guay. Tenemos un gran project por delante. Se preve currar mucho pero el grupo mola y ya saben, sarna con gusto no pica.

Verde, blanco y naranja. Hoy permito mancillar mi cara con una bandera





Momentos en Copenhague

6 02 2011

*»Heidi» un pub irlandes con gente danesa pero música tradicional alemana

*Descubrir un Netto al girar la esquina

*Saca la mano para girar con la bici a la izquierda

*Ir a comprar en un «paqui» -nombre despectivo para referirse a la ancionalidad del vendedor- fruta, verdura y especias baratas

*Suenan las campana de la Iglesia. Es domingo

*Tomar un chocolate caliente en la libreria-biblioteca «Paludan»

*Nuestro salón como centro social, se ve Friends o comentamos las noticias del mundo

*Descubrir tiendas de segunda mano. No todo en Copenhague es caro

*Pasear un domingo por el famoso cementerio de Norrebro

*Sales de casa, giras la esquina y entrar en un pub

*Comprar ropa en Stroget aprovechando las rebajas

*Montar en bici por los lagos con el sol y un suave viento de cara

*¿Fiesta?  Cuando quieras y donde quieras.

*Tertulias con sandwich y cola cao

*The Voice, «Los 40 principales» daneses





Cuenta atrás: 1 día

30 09 2010

y de repente me vi a las 23:05 en mitad de la calle, montando en bici, direccion a Roskilde. Todo me sonaba extraño y solo seguia a unas luces que iban delante mia. Temía que fuese la típica anécdota malévola de 4 estudiantes perdidos en la noche por las calles de un pueblo desierto que ayuda a rellenar lineas en el blog al día siguiente pero que te jode el plan por completo. Por suerte Kan sabía el camino.

Aburrido como una ostra estaba en Korallen asi que cogí mi bici y a las 22:30 fui para Rockwool a ver que se cocia. El panorama al entrar en el piso de Cristian no era mucho mejor. Silvia, yannick y 2 turocs estaban tirados en el sofá como muertos vivientes, desganados y en modo «hogareño». Sin embargo Cristian se encontraba con su habitual dosis de excitación y ganas de quemar a ciudad, además encontramos como complice a una María que estaba hasta los cojones de su trabajo de Social Media (salir la sirvió como excusa perfecta) y un turco cuya frase más memorable es decir que antes de venir aqui le gustaba el español pero que desde que vive en Roskilde no para de incrementarse su odio. Aun así, nos vino bien su presencia para tener que hablar toda la noche en inglés.

En Roskilde hice lo que puede ser considerado como mi primer botellón en la calle: beber cervezas durante 30 min a las puertas del Gimle. Conocimos otro pub cerca del Gimle con más ambiente y una danesas locas (o borrachas) que balbuceaban palabras en español y gritaban de lo lindo cada vez que les salia completa una frase en el idoma de Cerventes. Para que digan que los españoles somos escandalosos. Yo creo que salió la tipica viejecita a la ventana para ver que sucedia. Porque todo esto era en la calle, donde por cierto no hacia mucho frio, asi que al minimo descuido de las danesas cogimos nuestras bicis y salimos por pedales. Lo unico reseñable de su conversación fue que nos indicaron la dirección de otro pub que estaria abierto a esas horas, el George.

Su nombre oficial es George Bodegas, cosa que me sorprendió porque siempre creí que bodegas era algo solo español. No obstante su única semejanza con un bar español era esa, el interior era típicamente europea. Donde en España habría un CD con las canciones de Manolo Escobar y Julio Iglesias, aquí la música era ochentera total; donde en nuestra patria estaría sirviendo un gordo barrigón, en Roskilde hay una mujer de mediana edad; si en España el bar estaría decorado con fotos de los toros o de algún famoso que piso ese sitio, en el George había cuadros con paisajes. En definitiva, lo que en España sería un bar de borrachos, aqui es el bar que está abierto hasta más tarde. Volver en bici casi me cuesta la amputación de mis dedos.

El día de hoy comenzó como todos los jueves: clases de danés, lectura de un libro en la biblio y a partir de ahora, clases de español a Edyta. Estas 6horas matinales me sirven para practicar intensamente mi inglés. Curiosamente, cuando más lo practico es aprendiendo una nueva lengua y enseñando la que me es materna. Mi profe de danés nos repartió la propaganda del supermercado Super Brugsen (la que en España sería de Media Mark o del Dia) para aprender a pronunciar bien los números y conocer los productos. Asi uno aprender que Kod es carne, Aeg es huevo y Kartoffelstivelse es patata.

Ahora espero terminar de limpiar mi cuarto a fondo para la visita de mis señoritas las marquesas. Les espera un intenso fin de semana en el que espero que se lleven buena impresión del durante 10 meses será mi país, mi casa y mis amigos.

PD: Las echaba de menos. Hoy maté 5. La cuenta asciende a 19 arañas muertas. Las 2 que habitaban debajo de mi casa era para echarse a temblar





Fumando espero…

12 09 2010

Todos, algunas vez en nuestras vidas, hemos tenido las típicas noches en las que parece que todo es una broma, caminas sin rumbo fijo y los planes preestablecidos son papel mojado. Ayer fue una de esas. La historia comienza por la tarde cuando el facebook echaba humo debatiendo el plan de por la noche. Mensajes confusos hablaban de una fiesta, nadie sabía donde (Roskilde, Copenhague, bosque, playa) y a la cual a la mayoría no le apetecia ir. Pero a quién vamos a engañar, somos españoles, estamos de Erasmus y bajo ningún concepto -seguir resacosa del día anterior, haber dormido una hora- no puedes ir la mega fiesta de las hogueras en las playas de Copenhague. Suena taaan atractivo que es de las típicas fiestas que lo estas pasando bien antes de ir. No puedes quedarte en casa y perderte el que puede ser el fiestón del siglo. Con esa argumentación los españolitos y algún inflitrado, tomamos rumbo hacia la estación de Trekroner. Algo pintaba mal cuando el tren, que nunca se retrasan, pasó 15 minutos después. El mal presagio se confirmo cuando despues de 2 trenes y un autobus interminable llegamos a Charlottenlund. El panorama que nos encontramos fue de película: no quedaba nadie más en el bus, era la última parada, no se veía nada a nuestro alrededor, ni música, ni ambiente ni apenas luz. Nos bajamos y pronto se oyó el típico comentario: «sabía que no debía venir», «yo quería quedarme en casa» …

Aún con esas fuimos a la playa y aprovecho para describirla. Una inmensa llanura de cesped, sin ningún tipo de iluminación alguna, hasta tal punto de no ver si llegabamos al mar o no; y después de un paseo llegamos al final de la explanada para observar que hay un metro, si, un metro; de «arena» y luego el plácido, y probablemente gélido, mar Báltico. ¿Y la super-fiesta?. También se la describo. Una hoguera. Solo había una hoguera. Triste, solitaria, perdida en la explanada y de la que solo tuvimos constancia al acercarnos, preguntar por la fiesta y concluir que habíamos llegado tarde. Empezó a las 19:00 y eran ya las 23:00. Yo me niego a salir cenado de la residencia a las 17:00 de la tarde por mucho que aquí coman a las 12. Con ese percal y todos abatidos en la parada del bus para volver, a Sara, Victor, Claudia y a mi no se nos ocurrió mejor idea que colarse en la fiesta que había en la casa adyancente a la parada. Vestidos de etiqueta para la ocasión (chandal y playeras) nos metimos dentro, preguntamos al recepcionista por la fiesta, pasamos un salón con gente cenando, subimos unas escaleras, saludamos a los puertas, nos colamos por una terraza y llegamos a la fiesta. Los 4 nos pusimos en la pista dispuestos a bailar y por qué no, a beber alcohol; cuando amablemente se acerca un hombre para decirnos que es una fiesta privada. Hombre estaba claro, solo con ver que todos eran gente mayor, iban arreglados y que nos miraban con cara de extrañeza… Pero el objetivo estaba cumplido, nos habíamos colado y nadie nos lo había impedido. Descojonados de la risa bajamos por donde habíamos subido ante la mirada de todos los curiosos. Viva nuestros cojones!

El plan siguiente fue ir al centro de Copenhague a beber a un pub. La verdad es que al que fuimos me gusto bastante. Era barato, buen ambiente y música graciosa. Era la 1 y estábamos cansados. Una noche normal hubiesemos ido a la estación, habríamos cogido el tren y a las 2 estaría durmiendo pero NO. El siguiente tren pasaba a las 3:16, faltaban 2 horas y nos entró toda la depresión. Quizás nos podríamos haber quedado durmiendo en la estación como vagabundos sin embargo surgió una idea mejor: ir a Christiania, un barrio que si ya me da miedo de día imagínense de noche. Planeamos mil maneras para ir asta allí: en bus, a pie, ¡¡en taxi!!, en una carroza tipo Sevilla… Eran opciones reales y de las cuales preguntamos el precio y todo. Pero al final nos decantamos por robar 2 bicis y que Victor y Guille fuesen para allá mientras que nosotros esperaríamos en la estación en nuestro querido Mc Donalds. Entre tanto llenamos el buche y robamos un paquetón de servilletas del Mc Donalds que me han solucionado el problema de la limpieza por todo el semestre.

3:00 de la mañana, exteriores d ela estación, entre risas y humeras despedidmos la noche a lo grande, brindando por ella y por la aventuras que nos deparó. Nocilla, leche y tan felices para la cama =)