Hoy tocó por fín ir de «excursión» a Roskilde a conseguir el CPR. Afortunadamente los trámites burocráticos en Dinamarca son más sencillos de realizar que en España por lo que el 14 días tendré mi DNI danés. LA carta del permiso de residencia me llegó la semana pasada pero no ha sido hasta hoy cuando por la mañana hemos ido Sara, Victor, Marc, Guille, Miriam y yo al pueblo. Aprovechando el día soleado -y fresco- cogimos nuestras bicis para no tener que pagar el tren. A la llegada a la Komuna un hombre danés muy borde nos soltó que «ahí no podiamos aparcar». Me quedé con las ganas de contestarle «flipao, ya lo sabíamos». Una funcionaria muy maja nos atendió en grupos de 3 y nos dio solo un papel para rellenar con nuestra dirección y datos personales. Luego nos asignó el médico que nos corresponde, incluso nos enseñó un mapa de donde se encontraba la dirección exacta. Bueno en mi turno no. Vi como a Sara, Victor y Miriam se lo enseñaba y cuando la pregunto yo me sonrie con un simple «ok» me da por despachado. Despechado estaba yo. Ni un misero plano, ni dirección o indicación alguna; espero no tener que buscarlo nunca.
Completado el trámite, vimos que en la plaza central de Roskilde había un mercadillo asi que ni cortos ni perezosos fuimos a dar una vuelta. Era un mercadillo pequeño pero en el que había de todo: desde puestos con pescado fresco (a punto estuvimos de comprar merluza o lenguado), a puestos vendiendo flores, ropa, utensilios de segunda mano y demás productos varios. Había un sitio en el que vendían la tipica chatarreria de la abuela que murió y te dejó la cubertera del siglo XVII pero que tu solo usas de decoración en casa hasta que un día harto del estorbo o por falta de dinero decides venderla. Todo era normal hasta que ta-chán ta-chaaaaán encontramos una ¡¡¡churreria!!!. encima ponía «spanske». Le comentaba no recuerdo bien a quién, que echaba mucho de menos de España los churros y las porras, con el hallazgo de hoy, para mi mayor satisfacción; podré degustar los miercoles y sábados de 8 churros por 25 DKK. Un capricho no muy caro. La churrera nos dijo que sus abuelos eran españoles sin embargo ella no entenia ni papa de español.
Y es que las grasas de la semana las quemo cada martes y jueves haciendo footing. Como detalle, he descubierto que aunque suene raro, footing es una palabra española y ningún angloparlante la entiende. Aquí se dice jogging. Sinceramente, me gusta más footing. Junto con Paolo, Andreas y los franceses; Sara, Claudia, Eva, Hiroko y yo nos animamos a salir a correr con ellos y completar tres vueltas al campus universitario. Finalmente ellas hicieron 2 y yo hice las tres pero acabé desfondado, con un dolor de pies increible y apareciendo por la meta como un burrito trotón. Conseguí seguirles 2 vueltas y media pero impusieron un ritmo final demoledor para mi poca práctica en esto de correr. El mérito está en completar los 9km de recorrido total en 1 hora, con eso me doy por satifescho.
Además hoy me han dado mi nuevo móvil danés, con el cual podré llamar a España muy barato. No obstante, debo decirle a Rocio (la intermediaria entre el moro-vendemoviles y yo) unas cosillas para que me funcione correctamente. Para aquellos que les interese mi número de móvil os lo dejo aquí escrito: 50289943. Fundamentalmente por si llamo a alguien en España que no se asuste al ver estos números 😉
Ahora voy a continuar con la limpieza y preparación de mi cuarto porque en 2 días tengo visita =)