Lady Madrid

22 09 2010

Pasear en bici por la Main Street de Roskilde escuchando en el mP3  la canción de Pereza, te hace recordar que no estas en tu barrio, que hace más de un mes que no ves a tus amigos, que no estudias en tu universidad, que no tienes a tus padres para que te hagan las labores de la casa, que no te sientas en un bar a tomar una cervecita despues del estudio, que las noticias que llegan de España te parecen lejanas y extrañas, que echas de menos el metro, el tráfico y la vida nocturna madrileña pero también las tapas españolas, la Liga, ver a tu equipo de barrio, madrugar para ir a trabajar al aeropuerto, encontrarte por sorpresa con alguien que hacia mil años que no veias, pasar largas horas en la calle hablando con amigos del colegio para saber que es de sus vidas, llamar al móvil de tu mejor amigo para contarle como te ha ido el día, esas lentejas de la abuela que siempre protestas cuando las hace pero que ahora las añora, saber que hoy hace sol… y mañana también, dormir en tu cama con tu almohada, pagar con euros, conducir tu coche escuchando la radio a tope,planear la próxima escapada al mar…

Aprovechando una de las hermosas tardes soleadas y sin viento que nos regala Dinamarca de vez en cuando, decidí irme solo en bici hasta Roskilde ginorando los planes matutinos de correr o ir al Tivoli. Por más que mi resfriado me lleve la contraria, necesitaba aire fresco y estar un rato solo. Un tiempo necesario para salir del engaño de que aunque hablo español y me junto con gente latina vivo en un país completamente diferente. Descubres que hay parques muy bonitos, adornados con flores y estatutas pero que son cementerios; averiguas que la gente en bici te hace señales para indicarte que va a girar a la izquierda; observas que puedes vivir en el centro de la ciudad pero tener un casa con jardín y sin vecinos al lado; verificas que a las 18:00 están los restaurantes llenos de gente que se dispone a cenar; sonries cuando miras y ves todo el campo verde, muchos árboles y demasiada fauna; te deprimes al encontrar que el «todo a cien» es un «todo a 10 DKK»; te alegras al saber que los daneses son ingenuos; te acostumbras a frenar la bici con los pedales para atrás;  te cabreas cuando a pesar de tus quejas la tecnologia de las persinas no ha llegado al norte de Europa y te ilusionas al aventurar la cantidad de incertidumbres que todavía te quedan por descubrir en este país.

Menos mal que esta noche iremos a Copenhague de fiesta. Los bares se llenan de Erasmus debido a que hay «happy hour». El alcohol no quita las penas pero al menos las aplaza hasta mañana


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4 responses

22 09 2010
ricardo

el erasmus le deja a uno marcado, o, al menos, el erasmus en Roskilde lo deja a uno marcado. Hay que disfrutar, pero como tú dices, no sólo disfrutar hacia afuera, con los demás: también se disfruta hacia dentro, estando uno solo por ahí… y esto no ha hecho más que empezar!

23 09 2010
debo

animo nowelito!!!siempre habra alguien te haga salir del bache compartiendo contigo un calentito crepe de nutella!
espero verte pronto!!!q te echo de menos!!!!!

23 09 2010
LadyBlue

tienes q disfrutar el estar fuera…. echas de menos cosas q pensabas q nunca ibas a echar de menos, o en las q nunca te habías fijado (como lsa persianas… ¡ay, las persianas! ¡y las sábanas! xD)
y, por favor, ¡¡íntegrate y deja a los españoles!!) xDxDxDxDxDxD

9 10 2010
camelia

coucoucoucou

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